Para Quien Sonríe

Clausuro mis ojos, bajo los párpados
Hacia la nada más impura, nada.
Los cierro, y aprieto con fuerza bárbara
Para poder siempre verte preciosa.
Para no dejar de tenerte, prístina,
Lozana y gloriosa como un icono.
Siempre serás bella, perfecta, etérea
En mis ojos privados de visión.

Clausuro mi boca para ser mágico
Cuando te escriba un poema como éste.
La cierro, y aprieto saltando cánones
Para poder siempre gustar, degustar.
Para poder degustarte, ser gnóstico,
Divinidad, karma hecha carne, pan.
Siempre serás bella, perfecta, icónica
En mi boca ansiosa de tu sabor.

Clausuro mis oídos, siempre trágico
ese silente continuo y valiente,
Los cierro para que esta misma esdrújula
Retumbe en mi alma dormida, no muerta,
Porque tú existes y el yo dramático
Debe vivir y no sobrevivir,
Y transformar lo más trágico en cómico
Porque existes tú mi más bello amor.

Clausuro el pasado: sólo estás tú...