Bajé hasta simas siderales,
Subí a montañas holladas sólo por Dios,
Reí con íncubos y súcubos,
Lo hice todo por amor.

Jugué al póquer con tahúres,
Recé a religiones sin Señor,
Atravesé desiertos urbanos,
Lo hice todo por tu amor.

Tomé aire para no matar
A funcionarios y vagos sin tesón,
Me contuve mil veces de matarlos,
Lo hice todo por ese amor.

Y ahora, este sábado,
Volaré a conocer ese don
Que nos regala la providencia,
A ti, Chantal, mi amor.