Ataco a los pacifistas de ocasión,
A los burgueses en grado de tentativa de izquierdas,
A los niños que se creen hombres por una pancarta,
A todos los que creen en dios,
Llámese como le llamen,
Aunque en el fondo se llama dinero y poder.

Me repugnan los comunistas sin La Comuna,
Los fascistas sin una neurona,
Los pobres que defienden a quien les golpea,
Los que defraudan y se ufanan,
Todos creyentes en dios,
En ese dios de poder y dinero.

Me da náusea ver curas y reyes
Y a todos sus acólitos,
Que yo mantengo, que yo sustento,
Todos lamiendo culos, da igual el partido,
Todos tan hijos de dios,
Ese dios: don dinero y, su sombra, el poder.

Me gustaría creer en todas las sandeces
Que nos cuentan sin sonrojo,
Que nos dicen repletos de arrogancia,
Que nos vocean hasta provocar migraña,
Todos los creyentes en dios:
Dinero y poder. Poder absoluto y todo el dinero.