Tuesday, December 26, 2006

Camposanto para vivos

En el camposanto de los vivos,
En ese campo que no lo es
Porque está construido,
Que tampoco es santo
Porque el constructor es el mismo diablo,
En ese camposanto de vivos aguardo
Al otro camposanto.
Aguardo, que no espero,
Porque de esperanza ya carezco,
A los hijos que me enterraron
Aquí,
A quienes confundieron atención
Y amor;
A quienes creen que el cariño
Es una lánguida sonrisa
Cada fin de semana,
Cada sábado por la tarde,
Cada rato que pueden,
Porque están tan ocupados
Llegando a donde yo estoy
Que no recuerdan a quien les cuidó
Nada más que los sábados,
Como una cita más de su apretada agenda,
Como a un cliente al que vender algo,
Como a una amante jocosa con la que reír.
Qué sólo me siento
En este cementerio para vivos
En el que aguardo
Con ansia,
Con la delectación más pura,
Con el anhelo más lujurioso,
Al cementerio de verdad.
Cómo les gusta pensar,
A la sangre de mi sangre,
Que lo hacen todo por mí,
Por mi bienestar,
Por mi salud…
Por eso me entierran mientras aún respiro,
Por mi bien.
Pero yo ya no necesito
De ellos,
Sino de la muerte.
Que me venga a buscar
Lo antes posible,
Que me venga a encontrar
Junto a todos estos muertos extraños
Con los que me obligan a respirar,
Que no vivir,
Porque aquí no se vive,
Porque vivir es amar
Y yo ya no amo a nadie,
Sólo aguardo,
Aguardo solo,
En este camposanto de Belcebú,
En este cementerio esterilizado,
Limpio y pulcro como una secta católica,
Como la sonrisa de un niño
Que algún día enterrará a su padre
En una necrópolis así.
Así que sólo deseo una amante,
Una amante con guadaña
Que me invite a bailar
A un son distinto a éste
Donde los no finados
Vivimos confinados hasta que ella,
Radiante y hermosa
Nos haga sus parejas de baile.
Cómo me hubiese gustado vivir
Y qué poco me gusta sólo respirar.
Mi padre murió en su casa,
Con ruido de vecinos ignorantes
De que la dama le llamaba para su último baile.
Mi abuelo murió en un frente
De una guerra cainita,
Pero no aquí
En la extrañeza bastarda
De un cementerio para vivos,
De un lugar para desechos humanos,
Porque eso es lo que somos para todos:
Desechos
Que babean,
Que huelen mal,
Que no oyen,
Que no ven,
Que no entienden
Como se han sacrificado cada día
Por unos seres
Que ahora les confinan
Hasta ser finados
A este camposanto de los vivos.

1 Comments:

Anonymous Anonymous said...

wonderful, Carlos, this elegy for the living just waiting to die.
Let me cite (adapted for you) some lines from a sonnet by the XVIIth-century metaphysical poet John Donne:
Death, be not proud, though some have called you mighty and dreadful; for you are not so;
For those whom you think you overthrow die not,
Poor death, nor yet you can kill me.
If from rest and sleep, which are your pictures, we take much pleasure,
Then from you much more (pleasure) must flow.
With poison, war and suickness you dwell,
And poppy or charms can makes us sleep as well; And better than your stroke;
Why do you swell, then?
One short sleep pàst, and we wake eternally
And death shall be no more: Death thou shall die.

From María

12:53 PM  

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