El balcón de la mediocridad

Me asomo al balcón

De la mediocridad.

Miro allá, miro aquí.

Me siento prisionero

De la esperanza,

La misma que odió Spinoza,

La misma que se ha de abandonar

Cuando se accede al Infierno,

Aunque sea de la mano de Virgilio.

Soy un mediocre

Por aguardar algo mejor.

Soy un mediocre

Y estoy contaminado

De mediocridad.

Soy el que mira desde ese balcón

Y se cree mejor y más,

Pero en el fondo

Sólo soy uno más y el mejor

De los mediocres.

Me gustaría redimirme,

Me gustaría triunfar,

Pero es tan difícil

Al estar tan contaminado

Que lo único que se me ocurre

Es desear morir,

Enterrarme y vomitar

Toda esa miseria,

Toda esa futilidad inerte

Que siembro con desasosiego.

Me gustaría decir que escribo,

Dibujo

Y fotografío

Con arte,

Pero el mundo dice

No.

Así que, como soy tan mediocre,

Seguiré esparciendo

Este virus

Como todos los subvencionados

De este y otros países

Pero sin dinero de otros,

Sin el aplauso de otros,

Sin los otros,

Ni los unos,

Sin nadie,

Solo,

Como el mejor de los mediocres,

El príncipe,

El paradigma.

Solo.