Bajo el sol de tu mirada
Bajo el sol de tu mirada,
Animado por tu homérica voz,
Alegre porque existes y eres
Busco hasta la ansiedad tu sonrisa.
Bajo el calor de tu sonrisa,
Anhelándola cuando no estás,
Dichoso cuando estás y eres,
Busco hasta el paroxismo tus besos.
Bajo el fuego de tus besos,
Deseándolos y rogándolos,
Feliz porque en ellos soy y eres,
Busco, una vez más, un te quiero,
Tu te quiero,
Con una sonrisa
Preliminar
Y como epílogo de tus besos.
posted by Carlos | 11:46 PM
3 Comments:
Te he leído.
No puedo hablar.
No quiero hablar.
Quiero entrenar el silencio.
Hablar, entre nosotros es escribir.
Ya sabes lo que hay.
"Sulla tua boca lo diro": Te quiero.
¡Dios, Carlos! ¿por qué me haces esto?
Me metiste en tu blog y ya no soy capaz de salir.
Estoy dentro, tan dentro que me parece que el blog soy yo misma, que está hecho más para mí que para ti.
Te veo en todo lo que dices. Me veo en todos tus deseos, tus pensamientos y estoy atrapada.
Cada día me digo que cuando vea algo nuevo me voy a distanciar, a leer como leo a Shakespeare, a Donne, a Shelly, a Browning... desde tanta distancia que tengo que empezar por situarme. Pero conitgo, ¡Dios1 Si no te conociera, como no supiera por quién suspiras y sueñas... Pero lo sé.
Cada día me digo: ella no existe; es un alguien etéreo, un alguien poético, un espíritu que vive sólo en tu fantasía.
Y entonces leo, y te recononozco y me reconozco.
Y muero de pena, porque existo, y me parece que existo sólo para inspirar tus poemas.
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