Y en esto llegó el fuego

Y me consumió por completo

Y lo que yo creía solidez

Fueron sólo cenizas.

Y de las ascuas sólo quedas tú

Y en ellas mi sonrisa

Y la tuya en mi mente

Porque siempre pienso en ti.

Y con lo que se llevó el fuego

Y su hedor a destrucción

Y mi recuerdo de éste

Construí este mar de lágrimas

En el que me dejaste

Y siempre que vuelves me dejas

Y siempre que me dejas más te deseo

Y siempre que te deseo ardo

Como si el infierno fuese ártico.

Y mi ardor vive en tus ojos

Y cuando te veo me lo devuelves

Y cuando no lo espero

Como se espera a Satán y a Dios.

Y mientras rezo para que estés

Y nadie parece escucharme

Y renace mi desespero

Tú sonríes desde mi alma

Y yo noto todo tu fuego.

Y me contagio de éste

Y pido mayor ignición

Y ruego por dejar helado el Tártaro

Porque sé que me alimento de ti.

Y de todo tu candor

Y de todo mi sacrificio

Y de cualquier sacrificio

Porque ya no tengo nada.

Y nada deseo si no estás

Y nada quiero salvo a ti

Y nada existe sino mis cenizas

Para que renazca en ti

Como el ave fénix en el que me conviertes

Sólo con decir mi nombre

Y llamarme amor.