¿A qué sabe la felicidad?
¿A qué sabe la conjunción del cuerpo con el alma?
¿A qué sabe la libertad
Como forma suprema del conocimiento?

Tú tienes la respuesta,
Lo sabes,
Siempre lo has sabido...

Sabe,
Y con qué intensidad,
Al Egeo sobre tu piel.

Todo el mundo camina por la oscuridad
Incapaz de ver,
De atisbar,
La luz que desprende tu pecho
Rorado de agua salada del mar de los dioses.

La felicidad se encuentra en el gusto del mar al que se arrojó
El padre de Teseo sobre la tersura de tu piel.

Los dioses ríen,
Saben que los he descubierto.
Tú sonríes...
Te he descubierto.
Yo sonrío,
Te sonrío.
Soy feliz...
Me haces feliz.
Mi lengua paladea ese sabor salado de tu piel,
Mi boca se colma del placer de absorber sobre ti el Egeo.
Mi alma saborea la dicha...
Amén.