Me acuesto, me levanto,
Me sueño, me desvelo,
Me siento, estoy, solo.
Ya no hay puerta que tocar.
Ya no hay voz que oír,
Ya no hay nadie que no sea yo.
Me rodeo de ti
Me envuelvo en tu memoria,
Me vuelvo a encontrar perdido.
Ya no suena mi teléfono,
Ya no llenan mi buzón tus epístolas,
Ya nadie imana mi brújula.
Me obligo a silenciar tu nombre,
Me exhorto a no leer tus poemas,
Me niego a mí mismo con ello.
Ya no estás ni quieres,
Ya no me quieres ni estar,
Ya no quiero estar... Ni ser.
Me sueño, me desvelo,
Me siento, estoy, solo.
Ya no hay puerta que tocar.
Ya no hay voz que oír,
Ya no hay nadie que no sea yo.
Me rodeo de ti
Me envuelvo en tu memoria,
Me vuelvo a encontrar perdido.
Ya no suena mi teléfono,
Ya no llenan mi buzón tus epístolas,
Ya nadie imana mi brújula.
Me obligo a silenciar tu nombre,
Me exhorto a no leer tus poemas,
Me niego a mí mismo con ello.
Ya no estás ni quieres,
Ya no me quieres ni estar,
Ya no quiero estar... Ni ser.
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