Camino,
Camino a oscuras
Hacia la nada.

La vida es un camino
Hacia una nada segura,
Hacia un vacío eterno...

Procuro creer,

Procuro crear,

Para combatir esa nada,
Ese dolor que me produce
Su solo pensamiento.

Dónde queda Dios en todo este camino,

En todo ese vacío...

Seguro que en el fondo de tus ojos,
En tu mirada de niña,
En tus lágrimas escondidas,
En tu brillo que me acuna.

No puedo vivir más.
Voy al vacío.

Voy a Dios,

Voy a buscarlo en tus ojos
Y que tras reabrirlos
Digas algo relacionado con el amor.

Tu vida

Tu vida,
Tu ser,
Tu permancer,
Tu alma,
Tu eternidad
Y luego,
Minúsculo pero constante...
Yo.

Si por mí fuese,
Si por mí es,
Sí, por mí:
El hombre de tu vida.

Después vendrá la muerte,
La voracidad inefable del tiempo,
El deseo de la tierra por comernos...
Pero antes tu vida,
Antes tú...

Y si me dejas,
Si quieres,
Sí:
Yo.
El hombre de tu vida.

No existe tiempo,
No existe arena en ningún reloj,
No existen manecillas girando
Si, sobre todo,
No existes tú
Y me encantaría...
Conmigo a tu lado
Siendo
El hombre de tu vida.

Miré en los ojos ajenos

El amor que a ti debía.

Maldije mi soledad

Y, así, cercené la culpa.

Ahora miro y me admira

Mi inconsciente cobardía.

Maldigo mi impunidad

Y mi indolencia insolente.

Mañana miraré mis marcas

Y sonreiré por mi valía.

Maldeciré mi verdad

Y moriré tras tu beso.

Temí ser yo quien te miraba

Revoloteando con mis nuevas alas.

Temí no serlo

Y que todo se resumiese en un sueño.

Temí no soñar,

Que todo fuese un lapsus.

Temí ser incorpóreo

Y no poder gozar de lo que veía.

Temí que el amor

No acabase en algo físico.

Temí envejecer

Sin tu sonrisa a mi lado.

De tanto temer

Se me olvidó vivir.

Así que me hago el valiente

Para decir que te amo.

Busco la estela de luz

Que dejaste en mi vida aquel día

Pero cuando parece que la veo

Me ciegas con voces mezquinas.

Acojo entonces el dolor

Como si de un pródigo se tratase

Y luego abrazo su lúgubre sombra

Y su lóbrega haz luminaria.

Después de todo sólo es mi ilusión

Como tantas otras fenecida

Y tú, quizás sólo seas eso

Y yo un pobre pecador

Un condenado al infierno

Por injusto,

Por embustero,

Por puro amor.

Ciégame de una vez

O, si no,

Mátame, por favor,

Por piedad,

Por pura misericordia:

Pródiga,

Lúgubre y

Lóbrega...

Ahogo con desahogo de garrafa
Mi mente que miente,

Se miente con mezcal.

Abordo el borde del barril
Sobre el que borré mi voz
Para bordar con buril banal
Cada coz contrastada
De la mezquindad de la mescalina,
Alcaloide más alcohol,

Peyote y gusano

Para que todo acabe
Y desaparezcan de mi existencia
Todos los hijos de puta.
Todos los cobardes.
Todos los que no deseen al prójimo

Paz, amor y prosperidad.

Por qué te fuiste

Saliste tras Billy e Iz.

Por qué no te quedaste

Si era lo que te apetecía.

Soy un necio,

Soy el necio que se refugia,

El necio que busca porqués

Cuando debería buscar cómos.

Cómo me dejaste aquella noche,

Cómo tras aquella tarde mágica,

Cómo tras tantos compases de un loco

Si era lo que te apetecía.

No, no puedo más.

No puedo ser esa sombra,

Esa sombra asombrada

Por cómo, porqués y huidas.

Así que seguiré siendo silencio,

Seguiré siendo una lágrima,

Seguiré acostado tras la pena

Y eso, desde luego,

No me apetecía.

Sólo me queda susurrar,

Susurrarte:

Permesso?

Y esperar de ti

Avanti!