Imerovigli

Monday, February 20, 2012

Qué es capitalismo

Cada día un peldaño,
Cada día un escalón.
Asciendo sin prisa,
Pero asciendo sin parar,
Cepillo la madera,
Elijo cadalso,
La horca de vivir,
La soga que aprieta,
Poco a poco,
No tiene prisa.

Sacamos la estaca,
O, más bien, murió,
Ahora ya no hay estaca,
La pintaron de democracia.
En mi cadalso, ahora, hay un palo,
Un palo empalador,
El capitalismo es Drácula,
Y yo subo otro peldaño.
Y ellos me empujan sin más.
¿Hasta cuándo seguiré subiendo?

Me enfada que me empujen,
Me enerva que se rían,
Ya subo yo solo,
Dejad de apremiarme...
Un cura me reza,
La curia también empuja,
Necesitan mi cadáver,
Precisan mi palo para otro pobre,
Para otro desgraciado
Al que poder desangrar.

Ya veo al verdugo,
Sonríe en alemán,
Mientras mis abogados
Se han vuelto fiscales.
¿Para qué os elegí,
Malditos bastardos?
¿Para qué os voté,
Cabrones sin gloria?
Asciendo otro peldaño,
El sistema lo exige.

¿Hasta cuándo he de ascender?
¿Hasta cuándo he de aguantar?
¿Hasta cuándo el morboso público
Piensa quedarse expectante
En lugar de saltar sobre verdugos,
Abogados fiscales y curas?
¿Hasta cuándo serán figuras de cera
Aguardando a su propio cadalso?
Mientras tanto me empujan
Y subo otro peldaño.

Wednesday, February 15, 2012

Desorientado, enloquecido:
Directamente loco.
Perdido como un niño en un bombardeo,
Marcado por el miedo como mis padres,
Como tantos padres de una España en coma.
Y tú con tu boca cerrada,
Con tu alegría ajada,
Con tu deseo contrito,
Con mi persona esclava...
¿Dónde está el nosotros?
¿Dónde estoy yo?

Delirante, enajenado:
Completamente loco.
Buscando ser niño en el bombardeo,
Para al menos justificar mi miedo,
Como lo justifican mis padres y esta famélica España.
Y tú me besas sin convicción,
Con tu dicha en entredicho,
Con tu lujuria apagada,
Con mi persona a tus pies...
¿Dónde estamos?
¿Dónde estoy?

Así que me siento apaleado
Como la pobre Vanesa
Bajo los cielos peruanos.

Wednesday, February 08, 2012


Mi siembra en el desierto... De momento.

Tanto trabajo para hacer una película y, por egos infantiles, todo es nada.

Thursday, February 02, 2012

Amanece,
No lo vemos,
No nos dejan,
Pero amanece.
Hay una luz mágica,
Que nos va a dar abrigo,
Haciendo que olvidemos
El sempiterno frío social.

Amanece,
Y a ellos les amenaza
Nuestra fulgurante figura de luz,
Nuestras ganas de ganar,
Nuestra fuerza de futuro
Que fagocita demócratas de ocasión,
Izquierdistas sólo quince días cada cuatro años
Y a sus amigos con hedor a chorizo.

Amanece,
Y eso les tiene crispados,
Pero no tanto como ellos nos crispan a nosotros.
Amanece, mal que les pese.
La fuerza de ese sol que funde futuro
Y presente propicia que tengan pánico
Pero como se creen muy listos
Lo disimulan con eufemismos marchitos.

Amanece,
Lo hace con tanta fuerza que ya se queman
Aunque piensen que es su camilla de UVAs
O nos lo quieran hacer pensar.
Ya no hay marcha atrás,
Ya no queda más noche,
Ya no hay tinieblas compradas:
Sólo hay futuro. Amanece.


Amanecer en la ciudad (Paul Delvaux)

Wednesday, February 01, 2012

Esculpo el recuerdo de lo que fuimos
Con mis propias manos,
Con sus propios dedos,
Un tanto con las yemas,
Otro tanto con las uñas.

El mármol del que creía estaba hecho
Resultó ser mal barro,
Y mis dedos sangran
Y tiñen el lodo
De un dolor encarnado.

Esculpo con mi propia piel,
Con la carne que ésta cubría,
Detalles sinceros,
Ternuras ciegas
Que ahora son arterias de agujas.


Y todas se clavan sin remisión,
Y todas se me clavan,
En el centro mismo del alma,
En ese hueco donde estaba tu amor
Y que ahora ocupa el demonio.

Esculpo y esculpiré hasta la muerte,
Porque sólo sé ser de una manera,
Yo te prometí un hasta el fin,
Y tú creíste que lo ponías tú
Cuando el fin sólo lo pone Dios.

El mismo Dios al que he desterrado,                                
Al que eché del centro de mi alma al irte,
Ésa que ahora es de las agujas y del demonio,
La misma que aún es tuya
Como tuyo soy yo.


Esculpo el recuerdo de lo que fuimos
Con sus propios fallos,
Con mi propia pena,
Un tanto con lágrimas,
Otro tanto con lo que me queda de sangre.


(Fotograma de la película Summer Lovers, Randall Kleiser, 1982)