Imerovigli

Thursday, July 10, 2014

Me pierdo buscando tus huellas,
Camino cual loco o cual ciego,
Pero, vive Dios, que camino
Y en ese caminar me encuentro.

Y me encuentro porque te busco,
Porque busco un rastro de ti,
Porque medito cada paso del camino
Porque sé que en ese camino estás tú.

Tú, libélula que miras de frente,
Tú, ausente ante mí de ti,
Tú, perfecta en tu humanidad,
Tú, cuyo amor deja huella.

La huella que busco desesperado
Ya que vivo sin esperanza,
Porque la esperanza lleva un miedo
Y sólo tengo miedo a no hallarte.

Hallarte a ti,
Hallar el suelo que tú hollaste,
Hallarte, hallarte, hallarte.
Me pierdo buscando tus huellas.

Amarro la cuerda contra una rama
Cargada de brotes rojizos y aprieto.
Preñeces, imprecaciones y recuerdos
Terminarán con la brevedad requerida.

Roma, Creta y toda África
Recorrerán postreras por mi cuerpo
Repicando pobrezas de presente
Por aquel pretérito respirado.

Prácticamente quebrado el cerebro
Permito que ordene a la carne acabar
En un danzar a ritmo de la cuerda,
En un bailar marcado por la muerte.

Me quema la piel del cuello
Y el escozor me recuerda que estoy vivo,
Aún respiro y quiero vivir
Pero prefiero morir si vivir es esto.

Un hilo de aire se cuela en mi garganta,
El cuello no termina de quebrar,
El sueño de gozar se acabará pronto
Y empezaré a ver a Virgilio o Beatriz.

Ya no hay futuro ni lo quiero,
Ya no hay presente ausente,
Ya no hay miedo ni mañana.
Solo hay eternidad, ya sí.

Y en esa eternidad soy tuyo,
Y en ese día sin noche te amo,
Y en ese lugar sin pesar sonríes,
Y entonces sé que estoy vivo.



Me adapto a un silencio que no quiero,
Pero desde hace tiempo, por ti,
Me adapto.
De repente escucho el estruendo silente
Que me obliga a mirar tus formas,
A buscar tus ojos.
En ese momento ahogo la angustia,
La disfrazo de sonrisa suave
Y me callo.
Entonces encuentro tu anhelada mirada
Y mi sonrisa se vuelve locura
Por tus ojos.
Luego pienso en Dios, en cualquier Dios,
Para agradecerle que existas
Y un beso.
Ahora me callo, me silencio, me coarto
Para no molestarte salvo para decirte

Gracias.