Imerovigli

Thursday, September 29, 2016

Ya no creo en Dios,
Salvo en el Dios que hay en ti,
En la fuerza de tus ojos,
En el ansiolítico de tus palabras,
En ti.

Ya no creo en nada,
Salvo en tus voces nihilistas,
En tu acracia casi atea,
En el agnosticismo de tu fe,
En ti.

Ya no rezo a nadie,
Salvo a ese nadie que tú alientas
Con tu sonrisa sincera,
Con tus abrazos hogareños,
Salvo a ti.

Así que absténganse gurúes y ministros,
Tipos con falda dogmáticos,
Con alzacuellos, togas azafranadas,
Patillas rizadas o rondas a piedras negras
Sólo creo en ella...

Sólo en ti. 

Wednesday, September 14, 2016

Cansado de un Dios que siempre ignora,
Sin más fe que en mí mismo,
Sin más ganas de vivir que las de vivir...
Al cadalso sobrevivir, sólo respirar.

Agotado de mentiras y futuros vanos,
Sin más verdad que la que está en mi letra,
Sin más ganas de escribir que las de escribir...
A la horca cada editor mediocre, hijos de puta.

Exhausto de promesas evanescentes y desvanecidas,
Sin más realidad que la del dedo en la yaga,
Sin más ganas de tocar que las de tocar...
A la guillotina los que soban sin gozar ni hacer gozar.

Extenuado de la ausencia de una felicidad sólida,
Sin más sonrisa que la de alegrías líquidas
(o gaseosas)
Sin más ganas de reír que las de sinceramente reír...
Al infierno los graciosos sin gracia: todos.


Monday, September 12, 2016

Su cara lo dijo todo.
Sus manos pautaron el resto...
Es un adiós,
Un ya no hay nada,
Un "imbécil, vete a paseo".

Y ya no me atrevo a llamar,
Ni sé qué decir o hacer...
Dijo un cruel adiós sin palabras,
Un ya nunca habrá un mañana,
Un "nosotros fuimos.. qué".

Y en eso se quedó
El amor más hermoso que sentí,
Que siento...
(¿Qué siento?)
Y que sentiré.

Ahora soy el caos y la tristeza.
Me reduzco a respirar
Y lo puedo hacer, sí, sin ti...
Pero no quiero,
Ya no.

Eso siento...
Pero no siento amarte ni el dolor
De tu gesto,
Eso no.
Eso nunca: ni ante Dios.

Tuesday, September 06, 2016

No vuelan, no nadan, ni tienen pies,
No son aves, sólo lo parecen,
Son imágenes de Magritte hechas instantánea
Pero a quién le importa si la envías tú.

No quieren ser otra cosa,
No les gusta nada que no sea el agua, el aire y el calor,
Como al gran René la luz y los sueños,
Pero no me importa nada, salvo tú.

Así que los preño de libertad, la que tú transmites,
Los dejo en un rincón de la retina,
Los hago mecerse, como el belga surrealista
Y me importan porque el sueño, en definitiva,

Eres tú.

Vacío...
Me lleno de nada...
Salvo quizás de tristeza,
Desde que no estás tú.

Hueco...
De puro cartón piedra...
Excepto quizás lágrimas,
Porque ya no estás tú.

Desierto...
Arena yerma y desolación...
Salvo quizás dolor,
Y es porque ya no estás tú.

Cada vez que digo te amo
Retumba el silencio
Hasta que me inunda de cuchillas
Que me sajan pero no me matan.