El caos me asalta,
La soledad me subyuga,
Me falta la luz...
Me faltas tú.

Me ahogo tan despacio,
Me asfixia con insidia,
Me falta la salud...
Cuando no estás tú.

Ahora... ¿Por qué ahora?
Así... ¿Por qué así?
Me falta toda quietud...
Siempre que no estás tú.

Creo en ti, en tu ayuda,
En ese aliento en adviento
Que calma mi alma
Con cada palabra, con tu sonrisa.

Creo en tus voces que me empujan,
En ese grito que ya es un mito
De tus ojos siempre añojos
Infantiles a pesar del pasado dolor.

Creo y me obligas a creer
Como una diosa que posa
Para el artista sin aristas
Que dices siempre que soy.

Creo, por fin, en ti,
Porque tú eres de esos seres
Que al dar hay que alabar
Y yo al orarte te lloro.

Y creo en las plegarias atendidas
De Teresa, de Jesús o de Cepeda,
Porque hoy lloré contigo, lo sé
Porque en el Cielo se nos oyó...

...Por fin

Irrumpiste en mi vida
Con ese clamor
Del choque de dos nubes silentes
En una noche de verano.

Quebraste principios,
Precipitarás finales...
Hoy es el día que nace el futuro
Con el crujido de un sol de otoño.

Jamás reí tanto
Como río contigo
Ni lloré con tal sentimiento
Como a tu lado... Lluvia de primavera.

Luego vendrá Dios a juzgarme,
Y con Él monsergas mal paridas
Creadas por los hombres oscuros
Como el medio del crudo invierno.

Gracias por ese retumbar silente
Que destruye las estaciones
Hasta convertirlas en un sólo instante
Mi preciosa nube de verano.

Invadido de ternura,
Regado de lágrimas,
Trémulo de emoción...
Creo en tu sonrisa, creo en ti.

Callado de plegarias,
Elevado de mística,
Arrodillado de atención...
Creo en Él por tu sonrisa.

Dichoso de aventuras,
Alegre de metafísica,
Fulgurante de amor.
Creo siempre que viva tu sonrisa.

Creo en ti..
En ti...
Tú...
Tu sonrisa: creo.