Exhausto, mudo, arrodillado,
Como el buen general tras la derrota,
Como el mejor tras una victoria pírrica,
Así soy tras tus palabras o su ausencia.

Derrotado, silente, orante,
Como el magnate que ya no lo es,
Como el cura cuya fe es errática,
Así soy contigo y sin ti.

Agotado, sin voz, en genuflexión,
Como una mujer en el Islam,
Como un Papa apóstata,
Así me siento a tu vera, así cuando te vas.

Por eso socorro almas ajenas,
Por eso pierdo la mía,
Por eso duermo dogmático,
Y por eso despierto ateo...

...Por eso siempre te sueño.

Haikus encadenados y envenenados

El deseo,

Árbol de hoja perenne

Y savia necesariamente venenosa.

Tu amor,

Gema que nunca voy a tallar

O sílex afilado para matarme.

Tu cuerpo,

Negación de muros y ropas

Que se me hacen presidio y ceguera.

El pecado,

Cobardía desastrosa

E inminente condena eterna.

El dolor,

Moneda de pago

Para mi uso cotidiano.

Las flores,

Lo único bello

Cuando no estás tú.

Dios,

El que me infunde la vida

Para que yo la tire con mi cobardía.

El arte,

Búnker en el que me escondo

De las bombas de la fealdad y la vida.

Nosotros,

Palabra que no pronuncio,

Primera persona del plural que ya no conjugo.

La muerte,

Es lo que más deseo,

Ahora que me niego desearte.

Adiós,

Palabra que sólo musito

Pero que retumba en tus ojos.

¿Por qué te desnudas

Para otros a los que no amas

Y te niegas a mí?

El amor,

Cuchillo que me clavas

Y que yo acepto constantemente.

Cualquier mañana

Descubriré que mis deseos se cumplen

Y estaré muerto, por fin.

Claustrofóbico desierto,
Palacio de hielo hiriente,
Palco de rojo cadalso,
Jardín sin primavera.

Teocrático agnosticismo,
Castillo de fuego frío,
Salón socrático y salvaje,
Parterre de hierro y chatarra.

Película de miedo y plastilina,
Plantación de arena y pellejo,
Comedor famélico y vacío,
Rosal de espinas perpetuas.

Canícula que me deja frío,
Caserón de indiano pobre,
Mirador de tristeza eterna,
Escenarios todos de tu ausencia.

Pornógrafo de marionetas feas,
General de pacifistas armados,
Actor de teatro arruinado,
Personaje de cómic sin publicar.

Pésimo de cine malo,
Vengador de vírgenes suicidas,
Torturador enamorado y vil,
Nombre de pasada en tu novela.

Émulo del mejor amante,
Pecador que aguarda al convidado,
Leporello sin gracia,
Todos me sentí sin ti.

¿No crees que me debes,
Aunque sólo sea, un beso?

Atalaya que abandonas,
Frío que ahora la llena,
Erotismo hecho saudade,
Desierto para sembrar.

Recuerdos que son saetas,
Deseos que no son besos,
Anhelos de Caronte y su barca.
Estigia en la que ahogarse.

De fondo Sting me canta
Y le hace los coros Paul:
Tan solitario que ya no hay nadie,
Tan golpeado por tu ausencia.

Mientras no dormía oraba
Mientras rezaba pregunté,
La pregunta fue incómoda:
¿Vivo, para qué y para quién?

La atalaya es arena de hielo,
Tu distancia es un látigo,
Tu recuerdo es un reguero
De mi alma y su cruel llanto.

Quizás sea mi último poema,
Mi postrera queja al respirar,
Cada bocanada son mil cuchillos,
Cada latido quiere decir adiós.

Te amé, te amo y te amaré.
Moriré cobarde y maldito.
Quemarán mi cadáver y mis poemas.
Morir debería ser bueno, ¿lo es?

Nunca dimos un mal paso,
Ni uno definitivamente valiente,
Sólo me llevo ante Simón y sus llaves
Aquella tarde de amor.

Maldito sea yo,
Maldita mi cobardía,
Maldito Dante y su Infierno,
Maldito, está claro, estoy.

Hasta más ver, amor mío.
Hasta ese Empíreo que mereces,
Desde este Erebo que soy yo,
Me retiro, me oscurezco, me despido.

Por favor no llores nunca,
Nunca por este cobarde sin Dios,
Llora por las plegarias atendidas
Y por la dicha que te busca.

Adiós, amor, adiós,
Adiós, dulce niña, adiós.
Adiós polar en noviembre,
Adiós, adiós, adiós.

Es bueno ser rey,

Aunque por ello te corten la cabeza,

Una vez reiné en tu alma,

En tu cuerpo,

En tu ser,

Coroné tu deseo,

Satisfice el mío,

Llené tu mente,

Vacié mis sueños

Por eso es bueno ser rey,

Aunque ahora me hayas decapitado,

Aunque el frío filo me haya desasido

Y mi cabeza se haya distanciado de mi alma

Aún me queda el corazón inerte

Pero enamorado.

Es bueno ser rey...
Fue bueno.

Desde el desamparo,
Desde el frío,
Desde el recuerdo de tus abrazos,
De tu abrigo.

Desde la desazón,
Desde el filo,
Desde el mismísimo amor,
No el del simple amigo.

Desde la pétrea pesadilla,
Desde la falta de brío,
Desde la fidelidad canina,
Por eso te sigo.

Desde la bala que mata,
Desde el clavado cuchillo,
Desde el fuego y la palabra,
Que me abrasan vivo.

Adiós, te amo, adiós.