Caleidoscopios sin luz,
Lupas rajadas,
Focos sin corriente,
Estrellas muertas...
Así estoy.

Caminos cortados,
Carreteras hundidas,
Sendas sin destino,
Paseos de eterna soledad...
Así me siento.

Fuegos que no calientan,
Hogueras que no salvan almas,
Piras que se extinguen per se,
Llamas gélidas sin sentido...
Así me veo.

En medio de esta podredumbre
De la que sólo me sacas tú.
En el centro geométrico de esta nada
En la que sólo florece tu sonrisa.

Gracias por existir.

Estoy repleto de nieve,
Me invade el corazón,
Me hiela el alma,
Congela mi esencia
Como yo hace años
Congelé mi existencia, mi ser.

Con cada copo nuevo,
Nacido de una lágrima ausente,
Venido del desierto de la culpabilidad;
Congelo más mi dicha, mi alegría,
Y dejo que todo sea amargo y cruel
Y que el copo saje con sus aristas mi vida, toda.

La nieve me inmoviliza,
Amorata todo mi ser y mi estar
Y yo odio esa quemadura gélida
Con la que firmemente me abrasa
Y plácidamente me dejo abrasar
En un error de dimensiones crasas, o más.

Qué lástima ser un cobarde
Sumergido en nieve y hielo
En lugar de alimentarme del sabor de toda tú,
De todo tu terso cuerpo,
Esencia misma del Cielo, con o sin Dios,
Que es tu alma, de la abundancia cuerno, amor.

Mi amor.