Imerovigli

Friday, February 28, 2014

Almas dormidas abrigadas por el silencio
Gritan desde un fondo de óleo manierista
Catastróficos sueños que no pasan por pesadillas
Pero entonces apareces tú con uno solo de tus besos.

Fuegos que arrasan el Cielo que una vez fue de Belcebú
Solicitan sin solipsismo ni empatía
Que pongan a salvo al mismo Dios, que aún sigue dormido
Pero entonces llegas tú y me regalas un solo beso.

Vidas dedicadas a la usurpación y el tormento
Hacen retumbar un látigo ante las personas buenas
Que sangran, lloran y luchan por un átomo de paz
Pero entonces llegas tú y me despiertas con uno solo de tus besos

Y me obligas a pensar que tengo alma, amor, filantropía y Dios...
Por todo eso te amo,
Por todo
Y por el sabor de uno solo de tus besos.

Monday, February 17, 2014

Puse ventanas al Cielo
Para ver lo que había allí.
Pensé en la Trinidad y los arcángeles
Pero sólo a ti pude ver.
Creí que era un reflejo
Del cristal de roca de Getsemaní
Pero resultó ser un regalo,
Un don del Dios hecho ser
Porque lo que se veía dentro
Eras tú, mi ángel, mi vida, mi fin.

Puse una ventana enorme
De un cristal pulido en gel
Pero el Cielo eres tú y nada más
Así que dejé de buscar cual alfíl,
Cruzado, diagonal y matador,
Para concentrarme en ti
Y olvidar la ventana del Empíreo.
Te llamé con un beso
Y acudiste con otro y una sonrisa
Y resultó que el Cielo está ya entre mis brazos.

Friday, February 07, 2014

Escribo en muros ausentes
Palabras que no sé pronunciar
Para que al llegar a tu alma
Las podamos los dos entender
Y, quizás, Dios.

Dibujo con colores inexistentes
Sobre lienzos que sueño en ti
Para que al llegar a tu alma
Los podamos comprender
Y, si es posible, Dios.

Construyo castillos de naipes
Con cartas escritas de amor
Para que al llegar a tu alma
Las podamos ambos leer
Y, siempre, Dios.

Esculpo dioses sin mármol
Desprovistos de todo menos de alma
Para que al alcanzar la tuya
Les podamos escuchar
Y, evidentemente, Dios.

Escribo a princesas que no tienen reinos
Para que al menos sepan
Que reinan en mí.
Los sueños se apagan,
Los dioses se ríen,
¿Dónde estoy, dónde estamos?

Las herederas lloran pues son sólo ovarios
Y yo las consuelo porque son personas
Que reinan en mí.
Las luces del alba
Descubren hedores,
¿Quién soy, quiénes somos?

Mis epístolas a estas desheredadas
Comienza con un te amo y un beso
Que reinan en mí.
Vigilias sonrientes
Aparecen ante mis ojos,
Sé quién soy. Sé dónde estoy.

¿Vamos?