Soledades

Intento soñar mi futuro,

Entre el placer y la pesadilla,

Y siempre,

Inexorablemente,

Acabo en una isla griega

A tu vera.

Luego me entra el miedo

Más profundo,

El de las soledades,

El del frío por rutina,

El madrugón diario

Y tu ausencia eterna.

Soledades sempiternas,

Sueños soliviantados,

Soledades involuntarias.

Por favor...

Llámame:

Dime cosas bonitas,

O no me llames,

No me digas,

Estate a mi lado,

Vive a mi lado,

Sujeta mi mano

Y contempla el Egeo conmigo.

Fortuna

Fortuna,

Diosa esquiva que ahora me sonríes,

Que ahora veo que me sonríes,

Que ahora te veo.

Fortuna,

Con tu prístina mirada,

Con tu eterna juventud

Que parece infancia.

Fortuna

Sabedora de mis anhelos,

Anhelos racionales de infancia,

Racionalidad que es placer y pesar.

Anhelos con tu nombre: Fortuna.

Crisálida que nunca será mariposa.
Metamorfosis a medio concluir.
Catedral inacabada.
Planta sin flor.
Fe del agnóstico...
Así era yo,
Así,
Hasta que llegaste.

Dios con sede en el corazón.
Flor en copa de árbol.
Pájaro que vuela y trina.
Ciudad monumental.
Ése soy yo,
Ése,
Desde que llegaste tú.

Gracias,
Simple y llanamente,
Gracias.

Llueve en mi alma,
Llega el otoño.
Ideo en papel mis sueños,
Recojo barro,
Busco colores que me sustraigan del gris.

Modelo noches en la arcilla del invierno,
Cuezo el barro con mis sueños,
Lo dejo enfríar con la razón
Y luego lo pinto de colores.

Para la primavera los sueños

Ya están pintados y formados,
Racionalizados,
Llevan tu nombre por dentro
Y tu aroma por fuera.

Entonces la vida se torna maravillosa,
Dulce como tus besos,
Tierno como tus caricias,
Cálido como el verano.

Verano y tú.

Inundo de colores mi grísea:

Mi idea de temporalidad con Dios,

Mi nihilismo de fe,

Mi vida de futuro,

Mi muerte de esperanza...

Y, aún así, no es suficiente.

Relleno de poesía mi rutina:

Veo verso donde hay prosa,

Colores donde hay oscuridad,

Dioses donde hay monstruos...

Pero no es suficiente.

Me obligo a rezar,

Me exhorto a creer,

Me impongo caridad,

Fe

Y esperanza...

No obstante no es suficiente.

Entonces llegas tú:

Me sonríes,

Me besas,

Me das tu cuerpo,

Me regalas tu alma

Y todo mi esfuerzo desaparece:

Es más que suficiente...

Mucho más que suficiente.